dilluns, d’octubre 22, 2012

La división del independentismo allana la victoria electoral de CiU (ELPAÍS, 22-10-2012)

La división del independentismo allana la victoria electoral de CiU La irrupción de la CUP agrega una nueva opción a la izquierda soberanista Maiol Roger Barcelona 22 OCT 2012 - 00:57 CET260 Artur Mas lo tiene todo de cara para ganar holgadamente las elecciones del 25-N y repetir otra legislatura como presidente de la Generalitat. Todos los factores le favorecen: ha decidido convocar los comicios en el momento que mejor le va. La efervescencia del debate soberanista ha logrado dejar en segundo plano las numerosas tandas de recortes acometidas y el principal partido de la oposición, el Partit dels Socialistes (PSC), está cuarteado y descolocado. A ello se suma un tercer elemento: los partidos que podrían hacerle sombra en el debate independentista y generar una gran propuesta de izquierdas y soberanista no han sabido ponerse de acuerdo para ir juntos a los comicios. La entrada en escena de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) agrega una nueva opción al independentismo. La división beneficia claramente a una fuerza: a Convergència i Unió y a su candidato, Artur Mas. “A CiU le beneficia todo. La decisión estratégica de situar estas elecciones en este marco del soberanismo; el PSC está en proceso de descomposición; tras obtener los peores resultados de su historia y renovar la dirección y el grupo parlamentario, ha entrado en barrena; el PP no le robará votos a CiU, y, por otro lado, tenemos la tradicional desunión de las familias de izquierdas”, analiza Josep Maria Reniu, profesor titular de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona. Para Reniu, solo el resultado electoral medirá cuánto beneficia a CiU la dispersión del voto soberanista. “Habrá que ver si ERC se beneficia de un voto útil de izquierda nacional o si primará el voto útil catalanista, gracias a la confusión entre presidente, partido y proceso soberanista que ha hecho Mas”. La dispersión del voto independentista también beneficia a Mas. El propio sistema electoral, basado en la Ley d’Hondt, beneficia a los grandes partidos, y la incapacidad de la izquierda para configurar una alternativa mayoritaria al soberanismo conservador de CiU. Aunque la federación siempre haya nadado entre dos aguas sobre el independentismo, Mas ha iniciado un inequívoco proceso hacia un referéndum por la autodeterminación y CiU sigue siendo el partido que más independentistas votan. Según el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión, el 64% de los votantes de CiU votarían a favor en un referéndum por la independencia: más de 750.000 personas, según los resultados del Parlament de 2010, cifra que duplica con creces los votos sumados de Esquerra y Solidaritat. “Una candidatura unitaria de la izquierda independentista le habría dificultado la situación a Mas. Ganar, ganaría igual, pero no estaríamos hablando con tanta facilidad de la mayoría absoluta. Tendría un competidor mucho más importante”, vaticina Reniu. El fracaso de la candidatura unitaria independentista da a Mas una bolsa directa de votos: Reagrupament, la aventura en solitario del exconsejero de ERC Joan Carretero —cuyo caso va camino de acabar como el Partit de la Independència (PI)— pidió el voto para CiU. Solo un año antes, Carretero había asegurado que “los independentistas que votan a CiU son idiotas”. Según el CEO, el 64% de los votantes de CiU votarían por la independencia La renuncia de Reagrupament llega al tiempo que otra formación puja con fuerza en el amplio espectro del independentismo. La Candidatura d’Unitat Popular es la última en añadirse a la lista de partidos secesionistas de izquierdas que concurrirán a los comicios del 25-N. La formación lo decidió la semana pasada tras reunir a sus asambleas municipales. Y en un tiempo récord ha hecho una demostración de fuerza: la formación ha recogido 27.000 avales, cinco veces más de los necesarios, para poder presentarse a los comicios. “Como sensor, vemos que hay muchas ganas, ilusión, y empuje. Es una base sólida”, celebra David Fernández, candidato de la CUP. La CUP renunció a acudir al encuentro que debía servir para negociar una candidatura única para el independentismo. "Nosotros la unidad la hacemos en la calle, y lo que buscaron no es real. Aquí hay gente que hace trampa buscando unidad un mes y medio antes de las elecciones"; valora Fernández, que se presenta a los comicios como independiente. El candidato de la CUP destaca "el espacio político alternativo" de la formación, lo que llevó a los integrantes de la formación a dar el salto del municipalismo al Parlament. "Haciendo una lectura del actual escenario político, vemos tres ejes: la libertad política de tu pueblo; el quinto año de una crisis social profunda, con un nivel de injusticia social terrible, y una calidad de la democracia baja. Si nos presentamos es porque nadie nos representa", sentencia Fernández. ¿De donde bebe la CUP? "Tenemos un espacio político propio. Sobretodo nos dirigimos al desencanto, a romper con el miedo, a desobedecer la resignación. No buscamos targets políticos en el lenguaje clásico, sino que la CUP recogerá la indignación nacional y social", ilustra Fernàndez. "Todavía está por ver si la entrada de la CUP perjudica más a Solidaritat o a ERC. Hay algunos datos que nos dicen, incluso, que puede tomar votantes de ICV", agrega Reniu. Los partidos de momento miran a la CUP de soslayo: en ERC su irrupción preocupa aparentemente poco, puesto que los dirigentes del partido pronostican que la formación no entrará en el Parlament. La CUP aspira a entrar en el Parlament y frenar a Mas "Si hemos decidido presentarnos es para llegar. Queremos evitar la mayoría absoluta de CiU", sostiene Fernández. Las estadísticas le dan motivos para el optimismo: no solo han quintuplicado los avales necesarios en pocos días, sino que en las elecciones municipales ya son la sexta fuerza. "65.000 votos optando solo al 10% de los municipios es un buen punto de partida", confía el candidato, recordando los resultados de 2011. Reniu discrepa: "No se puede hablar de una transferencia de votos a nivel nacional y local". Los expertos vaticinan que, para lograr representación por la provincia de Barcelona, serán necesarios más de 80.00 votos. La misión es difícil, pero no imposible para la CUP.